La interpretación del derecho es una de las tareas fundamentales de los juristas. En la práctica judicial, el significado de una norma no siempre es evidente, lo que obliga a los operadores del derecho a recurrir a la hermenéutica jurídica para dar sentido a los textos legales. Sobre este tema reflexiona Juan Díaz Romero en su libro Imagen elemental de la hermenéutica jurídica, una obra publicada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ofrece una visión profunda sobre el proceso interpretativo en el ámbito legal.
En esta reseña, analizaré los puntos clave del libro, destacando su utilidad tanto para abogados como para estudiantes de derecho, y compartiré algunas reflexiones personales sobre su aplicación en el ejercicio profesional.
El autor define la hermenéutica jurídica como el proceso de interpretación de los textos normativos. En el derecho, las normas no existen en el vacío, sino que deben ser comprendidas en su contexto histórico, cultural y lingüístico. La interpretación es, por tanto, una actividad ineludible en la aplicación del derecho.
Díaz Romero estructura su análisis en dos partes:
Una primera sección teórica, donde expone los principios generales de la hermenéutica.
Una segunda parte jurídica, donde aplica estos principios al derecho y a la labor de los jueces.
Entre los elementos clave de la hermenéutica, el autor destaca tres pilares fundamentales en la interpretación de cualquier texto:
El lenguaje: Es el vehículo del derecho, pero también una fuente de ambigüedades y errores. Las palabras no siempre reflejan con exactitud la intención del legislador y, en algunos casos, pueden ser utilizadas de manera engañosa o manipulada.
La tradición: La interpretación jurídica no puede hacerse de manera aislada. Las normas deben ser comprendidas en su contexto histórico y social, ya que un texto fuera de su marco temporal puede llevar a interpretaciones erróneas.
El prejuicio: Aunque el término suele tener una connotación negativa, en la hermenéutica se refiere al conocimiento previo que un intérprete tiene antes de analizar un texto. Este conocimiento es inevitable y, bien utilizado, puede ayudar a comprender mejor una norma.
El libro subraya que la interpretación jurídica no es un acto mecánico, sino un proceso dinámico y reiterativo. En este sentido, el autor introduce el concepto de "círculo de la hermenéutica", que consiste en volver constantemente al texto con nuevas perspectivas, considerando contexto, pruebas y argumentos adicionales.
Cuando trasladamos estos principios al derecho, aparecen nuevos desafíos. El juez es, en esencia, un intérprete del derecho, pero su labor no es solo entender las normas, sino aplicarlas de manera justa y fundamentada.
Díaz Romero plantea una cuestión crucial:
¿Debe un juez interpretar la ley de manera literal o debe considerar la intención del legislador?
Aquí surge una de las mayores dificultades en la práctica judicial. En muchas ocasiones, el texto legal es ambiguo o insuficiente para resolver un caso concreto. El juez, entonces, tiene dos opciones:
Apegarse estrictamente al texto normativo.
Profundizar en el sentido de la norma, analizando su origen, exposición de motivos y principios generales del derecho.
Este dilema es especialmente relevante en un Estado de derecho, donde las decisiones judiciales no solo afectan a las partes de un litigio, sino que pueden sentar precedente para futuros casos.
Uno de los aportes más valiosos del libro es la idea de la "arbitrariedad del último paso". El autor advierte que, en ocasiones, los jueces se enfrentan a casos en los que:
No hay jurisprudencia aplicable.
La ley no ofrece una respuesta clara.
Existen principios jurídicos en conflicto.
En estos casos, el peligro es que la decisión final se tome por intuición, corazonada o prejuicio. Si bien todo acto interpretativo involucra cierto grado de subjetividad, una decisión judicial no puede basarse en la arbitrariedad, sino en un proceso de razonamiento lógico y argumentativo.
Para evitar esto, el autor enfatiza que los jueces deben:
Fundamentar su decisión en principios jurídicos sólidos.
Justificar por qué eligen una interpretación y no otra.
Explicar la ponderación de derechos en juego.
Este punto me parece particularmente relevante porque, en la práctica, las sentencias deben no solo ser justas, sino parecerlo. La confianza en el sistema judicial depende de que la ciudadanía perciba que las decisiones judiciales están bien motivadas y no son caprichosas.
Imagen elemental de la hermenéutica jurídica es un libro esencial para quienes buscan profundizar en el arte de la interpretación del derecho. Su enfoque estructurado y sus ejemplos claros lo convierten en una herramienta útil tanto para estudiantes como para profesionales del derecho.
Además, su discusión sobre la responsabilidad del juez como intérprete es un recordatorio de la importancia de la argumentación en la toma de decisiones judiciales. Como bien señala Díaz Romero, la labor del juzgador no es solo aplicar la ley, sino darle sentido dentro de un marco de justicia y racionalidad.
Recomiendo este libro a quienes desean mejorar sus habilidades de interpretación jurídica. Está disponible en formato digital a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo puedes descargar aquí.
¿Qué opinas sobre la interpretación de las normas? ¿Crees que los jueces deben apegarse solo a la literalidad de la ley o deben considerar su espíritu y finalidad? Te leo en los comentarios del video que hice al respecto que dejo abajo.